Las muertes maternas implican una violación múltiple de los derechos humanos y están estrechamente relacionadas con la discriminación que enfrentan las mujeres en México. Por ejemplo, la situación que viven las mujeres de comunidades indígenas para la atención de sus embarazos, partos y puerperios, quienes con frecuencia deben realizar largos traslados a centros de salud que suelen estar en malas condiciones, sin personal médico de base ni intérpretes de lenguas locales distintas al español. Estas fallas estructurales derivan en la manera desproporcionada en que la muerte materna afecta a las mujeres indígenas: en 2015, 6% de la población mexicana eran mujeres indígenas, sin embargo, 11.2% del total de muertes maternas en el país en ese año corresponden a esta población.
La partería tradicional es una alternativa para la atención de la salud materna de mujeres indígenas con embarazos de bajo riesgo que a nivel nacional está limitada u obstaculizada. En México, derivado de una política impulsada en 2010, se espera que casi la totalidad de los partos (95%) sean atendidos por personal calificado y en hospitales, pero la definición de “personal calificado” excluye a la partería tradicional, aunque está contemplada en instrumentos normativos como la NOM 007. Esta exclusión obstaculiza y desalienta la labor de las parteras, ignora las recomendaciones internacionales de los beneficios de incluir la partería en la atención de la salud materna y neonatal y reduce las opciones de las mujeres a decidir cómo atender sus embarazos, partos y puerperios.
Asimismo, los programas de transferencia monetaria como Prospera obligaron a la utilización de hospitales para la atención materna y neonatal sin resolver los problemas estructurales para atender las urgencias obstétricas que enfrentan las instituciones de salud desde hace tiempo. El énfasis en aumentar la cobertura hospitalaria con el propósito de reducir la muerte materna ha puesto en segundo plano la necesidad de resolver los retos en calidad de la atención de la salud materna.
En ocasiones, a la falta de insumos o infraestructura se suman las conductas de maltrato y discriminación de parte de personal de salud hacia las mujeres y sus familias. Lo cual constituye violencia obstétrica y, según la ENDIREH 2016, la han vivido 3 de cada 10 mujeres que tuvieron un parto en México.
A pesar de que los servicios de atención obstétrica se han declarado como esenciales durante la pandemia, no hay información pública por parte de los Servicios de Salud de las entidades federativas sobre qué unidades siguen brindando atención materno-infantil y, específicamente, para urgencias obstétricas. Derivado de lo anterior, al 20 de julio de 2020, la razón de mortalidad materna ha aumentado a 39.1 defunciones por cada 100 mil nacimientos estimados, lo que representa un incremento del 19.2% en la razón respecto a la misma semana epidemiológica del año anterior. Además, la principal causa de defunción es el COVID-19, con 18.5% defunciones confirmadas.
Fuente: Dirección General de Epidemiología, Informe semanal de notificación inmediata de muerte materna, semana epidemiológica 53. Datos disponibles aqui.
Las mujeres que optan por una atención del parto en casa con parteras profesionales o tradicionales, continúan enfrentando dificultades para el acceso al certificado de nacimiento de la persona recién nacida. Ello resulta sumamente preocupante porque limita el derecho a la identidad de niñas y niños, y desincentiva el ejercicio de la partería, que podría ser una alternativa para la atención de los partos de bajo riesgo ante la saturación hospitalaria y los riesgos de acudir a los servicios de salud.
Asimismo, los servicios de vacunación (o medicina preventiva) de algunas unidades médicas de las instituciones (IMSS) se han suspendido, y algunas unidades médicas de la Secretaría de Salud no brindan servicios porque se bloqueó el acceso a la localidad a personas externas.
No. Lugar | Entidad de residencia habitual | Estimación de nacimientos 2020* | RMM 2017** |
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1 | Guerrero | 55,939 | 61.2 |
2 | Chiapas | 81,236 | 58.4 |
3 | Oaxaca | 66,259 | 47.5 |
4 | Chihuahua | 58,693 | 45.9 |
5 | Tabasco | 46,733 | 40.3 |
6 | Tamaulipas | 46,733 | 40.1 |
7 | Coahuila | 56,291 | 38.6 |
8 | Baja California | 50,223 | 36.2 |
9 | Ciudad de México | 129,729 | 35.3 |
10 | Nayarit | 17,223 | 34.9 |
Fuente: OMM, 2020.
* SINAC, 2015-2019. Sin ajuste.
** Con base en la información proporcionada por la Dirección General de Información en Salud
(DGIS), Secretaría de Salud (SSA), México, 2018.
Para hacer frente a estas afectaciones, el gobierno mexicano ha llevado a cabo algunas acciones que contemplan:
a) De la sociedad civil
b) Recomendaciones al Estado
Más información:
Grupo de Información en Reproducción Elegida A.C. https://gire.org.mx/
Observatorio de Mortalidad Materna https://omm.org.mx/