De acuerdo con el INEGI, en México, cerca de 2.4 millones de personas se dedican al trabajo del hogar remunerado y 9 de cada 10 son mujeres. En nuestro país, esta labor se ha caracterizado por sus condiciones inadecuadas, ya que sólo 2.3% de las trabajadoras del hogar remuneradas cuentan con un contrato laboral y 87.7% refirió falta de prestaciones laborales como afiliación al seguro social, aguinaldo, vacaciones pagadas, entre otras. El salario mensual promedio es de 3,285 pesos.
El 1 de abril de 2019 el IMSS implementó el Programa Piloto para la incorporación al régimen obligatorio de las personas trabajadoras del hogar, derivado de una sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. En diciembre del mismo año, 11 mil 947 personas habían sido afiliadas, únicamente el 0.9%.
Por otro lado, en diciembre de 2019, el movimiento de trabajadoras del hogar logró la ratificación del Convenio 189 de la OIT, por el que el Estado mexicano se obliga a garantizar la promoción y protección de los derechos humanos de las trabajadoras y a asegurar que cuenten con seguridad social.
La crisis sanitaria ha aumentado las violaciones a los derechos laborales de las trabajadoras del hogar. Por un lado, se han incrementado las tareas domésticas y de cuidado en los hogares por la necesidad de mayores medidas de sanitización de los espacios y por el cuidado de personas enfermas, infantes y personas mayores. Por el otro, muchas trabajadoras han enfrentado despidos injustificados, suspensión “indefinida” sin goce de sueldo, reducción del sueldo o, quienes trabajan de planta, han tenido que permanecer en confinamiento en el hogar donde trabajan.
Para las trabajadoras del hogar, no trabajar puede ponerlas en una situación de suma vulnerabilidad ante la posibilidad de quedarse sin ingresos, pues dependen de sí mismas y de lo que generan para subsistir, que suele ser, en promedio, entre uno y dos salarios mínimos al día. En el caso de las trabajadoras del hogar de planta, el confinamiento ha exacerbado conductas de abuso detectadas con anterioridad pero que, en este contexto, se han agravado, tales como: falta de claridad acerca de sus funciones, así como cargas y jornadas de trabajo más largas e indefinidas. Agregando a esto el riesgo de contagio sin acceso a seguridad social garantizado.
El Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (CACEH) ha recibido, de marzo a mayo, más de 300 quejas por violaciones a derechos laborales de las trabajadoras del hogar en el contexto de la pandemia, principalmente por reducción de salario y despidos injustificados.
La crisis ocasionada por esta pandemia ha impactado también el acceso de las personas trabajadoras del hogar al programa piloto implementado por el IMSS en abril de 2019. La institución reportó en marzo de este año la afiliación de 21,592 personas trabajadoras del hogar al programa piloto, pero para mayo esta cifra disminuyó a 21,133. Es decir, en un mes, al menos 459 personas trabajadoras del hogar perdieron el acceso a la seguridad social.
Es importante subrayar que estas cifras son sólo una aproximación a la realidad y no reflejan el número exacto de trabajadoras que han sido despedidas injustificadamente o las han mandado a “descansar” sin goce de sueldo, pues sólo 0.9% están afiliadas al IMSS, y no es fácil conocer la situación del otro 99% de las trabajadoras del hogar.
Para hacer frente a estas afectaciones, el gobierno mexicano ha realizado acciones que contemplan:
#CuidaAQuienTeCuida
De la sociedad civil
Más información:
Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar https://caceh.org.mx/
Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir https://ilsb.org.mx/
Jade Propuestas Sociales y Alternativas al Desarrollo, A.C. www.jadesociales.org